Este barrio quedaría delimitado al norte (los puntos cardinales son aproximados) por la avenida de Federico Mayo en el tramo que se prolonga desde las calle Dr. Cantero Cuadrado (esquina parroquia San Sebastián) hasta la esquina con calle Rodrigo de Zamora, que seria el flanco oeste, el sur estaría delimitado por la calle Guillermo Poole de Arco y el flanco este seria la prolongación de Dr. Cantero Cuadrado hasta llegar a la Vía paisajista, aunque nuestro lugares de juego se extendieran por todos los alrededores.
Lo que hoy se conoce como parque Alonso Sánchez, en aquel entonces lo conocíamos como: Las Piscina de los ingleses, El Campillo, La casilla de Francisca, El cabezo de la Horca y El campo de fútbol de "Los Pisos". En la foto inferior, bajada de Internet, se muestra la zona del parque Alonso Sánchez. En la época que narro, ya no estaba así, estaba mucho más deteriorado, pero sirve para hacernos una idea.
Las piscinas de los ingleses, no eran, realmente, piscina eran cuatro depósitos de agua (dos de agua salada y dos de agua dulce), de la compañía Minas de Riotinto. En ellas había un guardia que en más de una ocasión les disparo a mis hermanos y sus amigos con una escopeta de sal. Estas piscina, una vez abandonadas, se llenaban con las aguas de lluvia, algunos chavales, principalmente de fuera de nuestro barrio, se bañaban en ellas en verano, nosotros en la época estival limpiábamos el fondo de una de estos depósitos y la convertíamos en cancha de tenis. En verano eran muy populares las retransmisiones de la "Copa Davis".
El Campillo era la parte llana que quedaba entre las piscinas de los ingleses, el cabezo de la Horca y la casilla de Francisca. En esta zona tomábamos las tarde soleadas de invierno " el Solito" con nuestros padres y abuelos, nuestras madres lo aprovechaban para tender las sabanas sobre los tréboles, margaritas y vinagretas.
La casilla de Francisca era una pequeña casita que estaba próxima a la vía Paisajista, imagino que seria la casa del dueño del huerto que había entre los dos cabezos.
El cabezo de la Horca era "un cerro de arena colorada", así lo denominó Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho, en su obre "Huelva Ilustrada". El arqueólogo, Juan Pedro Garrido y su esposa Elena, solían venir en verano, a los cabezos de Huelva para hacer excavaciones arqueológicas y en este estuvo en mas de una ocasión, en una de estas ocasiones yo también participé. Recuerdo que planificó una serie de cuadriculas como referencia para localizar las piezas encontradas, se encontraron muchos restos de cerámica, por lo que el ilustre arqueólogo concluía que esta seria una zona de almacenamiento de salazones, vino y aceite. Lo que más me impresionó en esta excavación fue encontrar dos esqueletos completos, no tendría más de seis o siete años. Os preguntareis que como "siendo tan chico" estaba allí, imagino que a mis hermanos, que eran mayores que yo, mi madre les obligaría a que me sacaran, ¡Vaya grano en el culo! “pa´ mis hermanos”.
El campo de "Los Pisos" era donde jugábamos en verano al fútbol porque el resto del año lo hacíamos en las plazoletas, si nos dejaban los vecinos.
Las piscinas de los ingleses, no eran, realmente, piscina eran cuatro depósitos de agua (dos de agua salada y dos de agua dulce), de la compañía Minas de Riotinto. En ellas había un guardia que en más de una ocasión les disparo a mis hermanos y sus amigos con una escopeta de sal. Estas piscina, una vez abandonadas, se llenaban con las aguas de lluvia, algunos chavales, principalmente de fuera de nuestro barrio, se bañaban en ellas en verano, nosotros en la época estival limpiábamos el fondo de una de estos depósitos y la convertíamos en cancha de tenis. En verano eran muy populares las retransmisiones de la "Copa Davis".
El Campillo era la parte llana que quedaba entre las piscinas de los ingleses, el cabezo de la Horca y la casilla de Francisca. En esta zona tomábamos las tarde soleadas de invierno " el Solito" con nuestros padres y abuelos, nuestras madres lo aprovechaban para tender las sabanas sobre los tréboles, margaritas y vinagretas.
La casilla de Francisca era una pequeña casita que estaba próxima a la vía Paisajista, imagino que seria la casa del dueño del huerto que había entre los dos cabezos.
El cabezo de la Horca era "un cerro de arena colorada", así lo denominó Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho, en su obre "Huelva Ilustrada". El arqueólogo, Juan Pedro Garrido y su esposa Elena, solían venir en verano, a los cabezos de Huelva para hacer excavaciones arqueológicas y en este estuvo en mas de una ocasión, en una de estas ocasiones yo también participé. Recuerdo que planificó una serie de cuadriculas como referencia para localizar las piezas encontradas, se encontraron muchos restos de cerámica, por lo que el ilustre arqueólogo concluía que esta seria una zona de almacenamiento de salazones, vino y aceite. Lo que más me impresionó en esta excavación fue encontrar dos esqueletos completos, no tendría más de seis o siete años. Os preguntareis que como "siendo tan chico" estaba allí, imagino que a mis hermanos, que eran mayores que yo, mi madre les obligaría a que me sacaran, ¡Vaya grano en el culo! “pa´ mis hermanos”.
El campo de "Los Pisos" era donde jugábamos en verano al fútbol porque el resto del año lo hacíamos en las plazoletas, si nos dejaban los vecinos.
Fotografia del cabezo de la Esperanza, donde luego se ubicó el parque Alonso Sanchez.
Las ruinas de lo que iba a ser escuela de Magisterio.
Estos edificios estaba en el solar que hoy ocupa el ambulatorio "Virgen de la Cinta" o centro periférico de especialidades del hospital J. Ramón Jiménez.
En el barrio lo conocíamos como "El Magisterio", de las ruinas de estos edificios, he podido averiguar más bien poco. Se comentaba que se había calculado mal la cimentación por lo que se pararon las obras, otros comentarios eran que se produjo un accidente y la empresa no pudo hacer frente a las indemnizaciones de los accidentados, no se si este accidente es el que un vecino de los patios de frente de el Lois me han comentado: Se reventó una tolva de cemento alcanzando a varios trabajadores quedándose uno de ellos ciego.
Recuerdo que en los años 69 ó 70, comenzaron a derribar esta ruina yo como todos los críos, de aquellos años, disfrutábamos viendo trabajar a las maquinas, el actual alcalde de nuestra ciudad, por aquel entonces Rodri cubrió gráficamente el reportaje que al día siguiente informaría de este echo en el diario ODIEL, mi hermano, un amigo y yo, salimos en la foto, por mucho que he buscado en la hemeroteca de la biblioteca provincial, no he sido capaz de encontrar este articulo pero si he encontrado algunos recortes que se refieren ha esta edificación de la cual me gustaría saber más. La primera referencia que se hace a la construcción de la escuela de magisterio es en la portada del ODIEL de fecha 29 de noviembre de 1.952. Y posteriormente:
Recorte sobre fotografía de la colección: Huelva, el Sur.
ODIEL, 29 de enero de 1.953: En la portada del diario , aparece un articulo sobre el pleno del ayuntamiento, en el que el alcalde da cuenta de una reunión que tuvo en Madrid, donde informa que este año se va a comenzar las obras de la escuela de Magisterio.
ODIEL, 1 de mayo de 1963: En la pagina 6 se trata sobre la visita de la inspectora central de escuelas de magisterio y visitan "Las obras paralizadas de las Escuelas de Magisterios, Las Graduadas anejas, masculina y femenina donde se percata del lamentable estado de conservación en que en que se encuentran ...".
ODIEL, 26 de septiembre de 1.968: En la pagina 4 aparece un articulo sobre este edificio titulado, "Enorme peligro en un edificio no terminado".
Este complejo de tres edificios, era utilizado por algún que otro vagabundo para pernoctar. Mas de un crío jugando se accidentó al caer de algún piso o en alguno de la gran cantidad de agujeros que existían en los suelos, en el que se encuentra más próximo a la vía paisajista al que denominábamos como "Los Hierros" un hombre mayor al que llamábamos Manuel, lo utilizaba como carpintería .
Hospital Manuel Lois (Huelva, el Sur)
Los Jardines del Manuel Lois.
Antes de que se construyera, a principios de los setenta los dos edificios anexos, este hospital tenia unos jardines muy bien cuidados y por los que daban gusto pasear, fue el escenario de muchas fotografías pero era el lugar al que el guarda de los jardines o jardinero nos tenia prohibido entrar, en mas de una ocasión salimos corriendo por que veíamos a este personaje, quizás pensará que lo íbamos a destrozar.
"La Rampla de San Sebastián".
Antes de que se construyera, a principios de los setenta los dos edificios anexos, este hospital tenia unos jardines muy bien cuidados y por los que daban gusto pasear, fue el escenario de muchas fotografías pero era el lugar al que el guarda de los jardines o jardinero nos tenia prohibido entrar, en mas de una ocasión salimos corriendo por que veíamos a este personaje, quizás pensará que lo íbamos a destrozar.
"La Rampla de San Sebastián".
Ya no lo volveremos a ver mas, el amasijo de palos y tablones que se amontonaban para la construcción, efímera, de la rampa de San Sebastiá, una semana antes de la salida procesional de nuestro Santo Patrón y de las salidas de la Hermandades de esta parroquia. Las rampa fija construida en sustitución de la de madera, ha sido un avance en todos los aspectos pero me quedo con el recuerdo de ver amontonado los palos, después lo primero que se montaba, la tarima superior, al día siguiente media rampa, el tercer día ya está montado todo el lateral y al cuarto por la escalinata, el tramo que comunica la tarima superior con el porche, ya empezamos a jugar: con los patines, las bicicletas o un simple cartón con el que nos tiramos de barriga. Mi madre que me ve desde el Lois donde está velando el ingreso de mi tía, cuando llega a casa me riñe. Pepe el Sacristán que echa agua en la rampa para que no juguemos y no formemos jaleo para que pueda discurrir bien la misa..., un palo de teléfono junto a la tarima superior por el que nos recorgamos hacia abajo, Pepe el Sacristán clava puntilla para que no lo volvamos a hacer que es peligroso y ademas no dejemos discurrir bien la misa..., un órgano que suena, los niños nos asomamos al cancel de la puerta de la iglesia para ver que es eso, Pepe el Sacristán que nos echa para que dejemos discurrir bien las misa.... "¡Ojú! que pesao es Pepe el Sacristán y que importante es la misa".
Tres imágenes de mi barrio
Esto son a grande rasgos, también, mis recuerdos de niño y de un barrio que siempre será mi barrio aunque pueda vivir en el barrio más lujoso de mejor ciudad del Mundo.
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