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15 agosto 2013

Los Cabezos en Huelva.

Cuando somos pequeños cada imagen que vemos, las captamos como imágenes fotográficas que la guardamos en nuestro cerebro sin preguntarnos el ¿Por qué? A cada una de éllas, le buscábamos una razón inocente, más o menos lógica pero simple:  ...Que en mi barrio había dos cabezos, pues bien porque no iba haber dos pequeñas montañas en él, al igual que las que veía en las fotografías de las revista. ... que en mi barrio, había unas piscinas de los ingleses pues vale porque los ingleses no van a tener piscina para bañase sin no les gusta ir  a la playa. ... que en mi barrio había otra cabezo que se llamaba de "La Horca" pues a lo mejor no sabia lo que era una horca pero se llamaba así, etc. Mas tarde cuando avanzamos en el conocimiento de las cosas, bien por lo aprendido en el colegio o por lo aprendido de nuestro padres y de nuestro alrededor comenzamos a saber la razón de esas imágenes.

Esquema de un Anticlinal (Wikipedia)

Uno de los concepto que me quedo claro de los aprendidos en el colegio desde el primer momento que me lo explicaron fue el de los pliegues de la corteza terrestre (anticlinales y sinclinales) por el hecho de que cuando iba al colegio, cogiendo el camino de la Vía Paisajista, pasando el cabezo de la piscina de los ingleses, a los pies de la Casilla de Francisca (El Barrio de las Bola I, imagen de lo que ocupa hoy el parque Alonso Sánchez) se apreciaba perfectamente un anticlinal de arena roja y cantos rodados (piedra  macho) entre dos pliegues de arena amarilla.

En mis correrías por los cabezos del barrio y a los pies del cabezo de la Horca, observe que el cabezo que estaba detrás de la ermita de la Soledad, estaba a la misma altura que en el que yo me encontraba y que el cabezo de San Pedro a la misma que el cabezo de La Merced. Eso me hizo pensar que antes de que se hiciera la calle Nueva y la calle Jesús de la Pasión, la calle San Andrés, la calle Aragón, la Cuesta del Carnicero, etc,  era todo el mismo cabezo. Lo mismo podemos observar hoy con el cabezo que está detrás del centro deportivo O2 Centro Wellness y el cabezo de la Joya, en la calle San Sebastián.

Panoramica de los cabezos,  imagen tomada desde los pies del Cabezo de la 
Horca  (Imagen de A. Santos)

Desde las ventanas observaba como en los inviernos al llover se caían pequeños trozos del cabezo y como el agua hacia surcos en las paredes casi verticales del cabezo de frente de mi casa, el de la piscina de los ingleses. También veía un gran rio de agua amarilla que discurría por la calle San Sebastián, calle Nuevo y calle Palos. Todas estas observaciones en la mente de los críos, nos llevaban a inventar y en mis juego de niño cuando llovía , además de jugar al pincho en la arena blanda amarilla jugábamos a un juego tan simple como ingeniosos: "Hacer Compuertas", consistía en que en un charco de agua, más o menos grande le hacíamos una pequeña salida en el lugar más apropiado para que saliera el agua y escarbando en la arena un pequeño surco, dirigíamos el agua, a veces hasta se nos vaciaba el charco. Veíamos como en las pendientes más grandes el agua hacia el surco más profundo y el las pendientes más suave el agua a penas se movía. Mas tarde aprendí el concepto de Torrente y de Escorrentía.

Todo ello me llevó a pensar que esas calles que discurrían a un nivel más bajo que los cabezo no las habían hechos los hombres así porque si, que tendrían una razón de ser y que probablemente se habían creado al actuar el agua de la lluvia sobre las arenas blandas, después en algún momento leí algo así: "...se había hecho una cortadura en el cabezo para hacer más amplia la calle...". Por lo que también en algún momento intervendría la mano del hombre.

Llegue a la conclusión de que los cabezos estaban ahí debido a la acción de la Naturaleza y posteriormente, aprovechada por el Hombre para hacer caminos mas accesibles. Quise imagina  un gran cabezo que se extendía por toda Huelva en el principio, lo que llame "El Pangea de los Cabezos de Huelva" un gran cabezo sobre el que ni la erosión  de la lluvia y el viento ni la mano del hombre habían actuado.

¿Fantasía? ¿Disparate? ¿Realidad?

Esta idea que tenía desde, hace ya, bastantes años se vio refrendada hace algunos meses cuando escribía sobre "El derrumbe del Cabezo de la calle Aragón", a través de Internet pude leer sobre este tema en un trabajo realizado por el profesor R. Garrido Morillo de la UHU, titulado: "Los Cabezos de Huelva: Cultura y Geología." 



Modelo geométrico de cabezo del profesor: R. Garrido Morillo.




Este trabajo concluye con: " /... Un modelo geométrico de cabezo integrador de todos ellos. Se eliminan tanto las zonas donde podría concentrase la escorrentía como aquellas otras modificadas por la mano del hombre para vertebrar el urbanismo de la Ciudad .../ ... se detectan ciertas asimetrías de forma que las pendientes son más acusadas en las zonas de poniente (hacia el Odiel) y más suaves a levante (hacia el Tinto). .../ ...Se utiliza el término cantil para pendientes altas (>60º), ladera para pendientes suaves (<20º) y talud para valores intermedios .../ ". 

Lo Cual no viene a decir que la zona denominada, Cantil, comenzaría más allá del cabezo de la Cinta, continuando por los cabezos del Conquero de la Merced, de San Pedro y Esperanza  y la zona denominada, Talud, comenzaría en la zona del Barrio Obrero continuando por la H-30, hasta poco a poco ir desapareciendo por la zona de los  Hospitales Infanta Elena y Vázquez Díaz.

Os dejo este enlace donde lo podréis encontrar:
 http://www.uhu.es/laboratorios_departamentos/archivos/divulgacion/cabezos_huelva.pdf