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22 mayo 2014

Las Ruinas del Magisterio


Recorte sobre una fotografía aérea, aparecida en la colección: Huelva Antigua.

  
Muchos de nosotros al hacer memoria y desplazarnos a finales de los 60, recordaremos un edificio a medio construir el el cabezo de La Esperanza entre Las Piscinas de los Ingleses y L´Agroman (hospital Manuel Lois García)). Muchos en su recuerdos imaginarán  que eran las obras del ambulatorio Virgen de La Cinta (centro periférico de especialidades) que se quedaron paradas durante mucho tiempo, para las personas que vivían en el Barrio de las Bolas y sus alrededores era El Magisterio y para la mayoría una construcción abandonada en la que el tiempo y la mano del hombre, le habían convidado al abandono. En esta entrada voy a tratar este tema, desde la perspectiva de mi memoria, sin dejar de perseverar en la busca de documentación y más adelante tratar este asunto  con mayor rigor documental. 



Sobre estos edificios ya comenté algo en la entrada: "El Barrio de Las Bolas", en su apartado, Las ruinas de lo que iba a ser Escuela de Magisterio, cuyo vinculo es: http://jucabuca.blogspot.com.es/2011/09/el-barrio-de-las-bolas-de-huelva.html
Recorte sobre una fotografía de la colección: Huelva, el Sur.

Al fijarnos en las fotografía de vistas aéreas donde aparecen estas ruinas, observamos que son tres edificios, uno que discurría paralelo al borde de la carretera de la Vía Paisajista, otro que discurría paralelo a las viviendas de la calle Guillermo Poole de Arco, entre sus números 2 y 8, y un tercero que discurría por la ladera este de La Piscina de Los Ingleses que conectaba las dos edificaciones

Recorte sobre una fotografía realizada por Francisco Bueno.




El edificio de la Vía Paisajista, tenia un sótano, planta baja y tres plantas más en altura, no tiene cubierta, imagine que seria un tejado a dos aguas, tampoco se ven pilares en su ultima planta. Cuando se construyó el ambulatorio éste ya no discurría paralelo al borde de la carretera, si no que en su parte más próxima al hospital se metía más hacia la calle Guillermo Poole. En la siguiente reforma que se realizó en  La Vía Paisajista el borde de la carretera, también discurriría más o menos paralela al edifico de nueva construcción.

En la fotografía de la izquierda podemos apreciar la zona que daba a la Vía Paisajista con el hospital al fondo.

En el edificio que estaba en la calle Guillermo Poole de Arco, se aprecian dos estructuras bien diferenciadas, una primera (junto al antiguo hospital) que constaría de sótano y planta baja, no se si sobre ésta se construiría más plantas o se quedaría así y la segunda estructura que consta de sótano, planta baja  y tres plantas más, en altura, aunque si nos fijamos y comparamos, la foto de la cabecera, con la la imagen de la colección Huelva, el Sur y la  imagen que reproduzco a continuación, se aprecian algunas diferencias:
Recorte y enmascaramiento sobre 
una fotografía de Francisco Bueno.

En la foto de la cabecera de esa entrada parece que el edificio más alto de la calle Guillermo Poole, tiene un tejado a dos aguas. El recorte realizado en la fotografía de Huelva, el Sur, vemos tres plantas en altura y el tejado plano, como si fueran a construir en él otra planta más. En la fotografía de la derecha (1968), la cual he enmascarado a la persona que aparecen en ella para guardar su intimidad, se ven tres planta en altura pero el tejado de la última está realizado con una estructura para realizar un tejado a dos aguas.

En uno de los pocos comentarios que he oído sobre esta construcción se decía que la cimentación del edificio no iba a aguantar todo su peso, quizás esas modificaciones que me parecen haber observado, eran para adecuar el edificio a la cimentación. ¿? ¿? ¿?

El edificio de la ladera de Las Piscinas de los Ingleses, consta, aparentemente, de planta baja y una planta en altura con tejado a dos aguas, no aprecio si por debajo de la planta baja hay un sótano, y tampoco lo recuerdo.

En estos edificio jugábamos todos lo críos del barrio y sus alrededores con el consiguiente peligro que ello conllevaba, más de un niño se accidento al caer por los múltiples agujeros que existían en el suelo de cada una de las plantas y por los huecos de las fachadas al no tener muchos de ellos barandas  o balaustradas. En estos edificios se libraron numerosas batallas entre los chavales de los diferentes barrio que formaban diferente bandas: la banda de Las Bola, la banda de Los Patios, la banda del Piojito, etc y una banda que venia desde muy lejos, creo que de la barriada de Pérez Cubilla que le decían  Los Niños del Mau Mau, haciendo un paralelismo con la organización guerrillera Keniata que querían expulsar a los Británicos se sus territorio, esta banda quería echar de allí a cualquier crió que no fueran de su banda. También sirvió como se de social del equipo del barrio, El Rayo Onubense y de los hermanos pequeños de este equipo, El Rayo Chico.

Sirvió de cobijo para indigentes o sin techos que pernoctaban allí algunos días. Recuerdo comos algunas de nuestras madres, les llevábamos un plato de comida o un vaso de café para hacerles más llevaderos esos días. Otros usos que se le dio fue el de taller de coches por algunos vecinos así como parking bajo techo par aliviar el calor del verano.

Estos edificios comenzaron a derribarlos a finales de los SESENTA. La forma en que fueron derribados fue un tanto grotesca y peligrosa. Hoy en día al imaginarnos el derribo de una construcción pensamos en dos formas posible de hacerlo, mediante una voladura controlada, o bien con maquinas con largos brazos articulados y en su punta una potente pinza hidráulica, como vimos derribar el Manuel Lois. Imagino que por aquellos años la tecnología que habría , seria poca y costosa,  no pudiéndose hacer frente a ella.
Vista del Magisterio y cabezo desde la calle Guillermo Poole de Arco (Foto Francisco Bueno)


Una mañana, comenzamos  a  escuchar ruido de excavadoras como todos los niños de aquel tiempo, escuchar el ruido de excavadoras, era sinónimo de entretenimiento para algunos días, los niños pasábamos largas jornadas viendo trabajar a estas máquina. Una excavadora, del tipo oruga, se posicionó en la explanada que se forma entre los tres edificio, en la excavadora se enganchaba un largo y grueso cable de acero que se amarraban a los pilares de los plantas superiores y comenzaban a tirar hasta derribarlos, una vez que se derribaba una planta se hacia, lo mismo con la inmediatamente inferior y así hasta llegar al suelo. No recuerdo si esta acción la hacia una sola excavadoras o dos a la vez, de todas maneras no siempre daba resultado y se rompían los cables. Los técnicos una vez sabido que esto no daba el resultado esperado, afinaron más la técnica: un operario picaba los pilares y con un soplete hacían un corte en  los cuatro hierros que forman la estructura interna del pilar, de esta forma pudieron tirar las planta de dos en dos.  ¿Un peligro para este operario? No lo se.





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