Con el traslado a la nueva sede canónica la Hermandad no mejoró de su inactividad y dejadez, lo mismo podríamos decir de las mayoría de las Hermandades de nuestra ciudad, el periodo comprendido entre 1960 y 1970 fue un tiempo de hibernación, donde eran muy pocas las Hermandades, que realizaban todos sus cultos anuales; las hermandades de penitencia, actuaban más como Cofradías, casi todo giraba alrededor del desfile procesional (exorno floral, música, estrenos de nuevos enceres y cosas similares).
También se trajo a la nueva parroquia el Altar de Cultos que la Hermandad poseía en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, montándose en la nave lateral, donde hoy tiene su altar nuestro Santo Patrón. En este altar estaban expuesto al culto, nuestros dos Titulares hasta que el Concilio Vaticano II (1962-63, 1963-65), da a la imagen del Crucificado un valor fundamental en la iconografia de la Iglesia Católica por lo que el Santísimo Cristo de la Sangre pasa a presidir el Altar Mayor de la parroquia, quedando Ntra. Sra. del Valle sola en este Altar de Culto hasta mayo de 1979, que queda adapta la capilla Bautismal para acogerla.
Sin dejar de mencionar la parada de la cofradía ante el convento de las Hermanas de la Cruz, en los primeros años de estancia en la parroquia de San Sebastián, en las crónicas del diario ODIEL siempre se destaca el trabajo que los costaleros deben de hacer en “la peligrosa rampa” y a partir de 1963, se comienza a hacer mención, también que la Hermanad siempre haría estación de penitencia, aunque la meteorología no fuera la más favorable, esto último es debido a la salida del Martes Santo 9 de abril de este año, que la hermandad, la realizó, con previsiones de lluvia. Titulares como, “EN MEDIO DE UN DILIUVIO DESFILO ANOCHE LA COFRADIA DEL CRISTO DE LA SANGRE”, o “Pese a la inclemencia del tiempo, que degeneró en diluvio, hizo anoche estación la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre” aparecidos en la portada y como titular del desarrollo de la crónica en el diario ODIEL, hicieron creer a la población que la Hermandad nunca faltaría a su cita aunque diluviara y no erraba por lo menos en parte. Hasta finales de los setenta, existía en la Hermandad un protocolo de lluvia, no escrito que a grandes rasgo venia a decir que el Cristo de la Sangre siempre iba a realizar su desfile procesional aunque tuviera que salir lloviendo por el contrario Nuestra Señora del Valle se quedaría en el templo; si la lluvia comenzara con el desfile ya iniciado y dependiendo de la distancia que se encontrara la Virgen del templo podría volver al mismo con todo su Cuerpo de Nazareno el cual se podría incorporar, después al cortejo en la calle. O bien continuar con su itinerario previsto si la distancia al templo fuera mucha. Este protocolo de lluvia, estaba ya algo evolucionado si contemplamos las crónicas del diario ODIEL del Martes Santo de 1971 que bajo el titular, “La Hermandad de los Estudiantes hace estación de penitencia bajo la fuerte lluvia” y en el desarrollo del articulo, “Sobre las siete y media ya se había cerrado la noche en aguas y el cielo abundaban los resplandores de fuertes relámpagos. Pese a todo en la puerta del templo se congregó un público muy numerosos que con sus paraguas abiertos esperaban la salida de la Hermandad, cosa que finalmente se hizo pocos minutos despumes de la siete y media de la tarde. A las ocho menos cinco salía el paso de la Virgen del Valle, siendo enorme la cantidad de agua que caía en dicho instante.”
Otras crónicas que de alguna forma potenciaban esta creencia y ese protocolo de lluvia no escrito son; en primer lugar, la crónica de la salida del Martes Santo de 1956, en el diario ABC de Sevilla, que decía así: ”La única cofradía que ha hecho estación ha sido la del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Valle, si bien solo desfilo por la carrera oficial el paso del Cristo, regresando el de la Virgen a la iglesia del Sagrado Corazón”, esta crónica parece ser errónea, según palabras de algunos fundadores el Martes Santo de 1956, aunque ya estaba bendecida la imagen de Nuestra Señora del Valle, no estaba prevista su salida por no tener la Hermandad presupuesto suficiente para que lo hiciera, aunque en la información del itinerario aparecida en la mañana del Martes Santo, en el diario ODIEL, se indicaba, dos pasos. Y en segundo lugar, la crónica del diario ODIEL, del Martes Santo de 1974, “La tarde gris, fría, lluviosa, hacia temer la suspensión del desfile. A pesar de que directivos de la de Estudiantes habían prometido que de fallarles los costaleros sacarían al Cristo a hombros de los hermanos aunque lloviese fuerte.”. El desfile procesional se realizó como siempre y en la crónica del diario ODIEL, no se menciona en ningún momento que la lluvia hiciera acto de presencia.
Jesús Hermida, dedico en las a crónicas del la salida en 1963, una columna especial con unas emotivas líneas al Cristo de la Sangre bajo el título, “Cristo bajo la Lluvia” . Lo mismo ocurriría en las crónicas de 1971, bajo el título, “Salve, Cristo de la Sangre”, que no estaba firmada.
En 1965, se intenta reorganizar la Hermandad y se realiza el 31 de marzo (trece días antes del Martes Santo), asamblea general de elecciones, siendo elegido de nuevo Hermano Mayor, Juan José Domínguez Jiménez que venia desempeñando este cargo desde 1959 según las crónicas de diario ODIEL. El mandato de esta Junta de Gobierno sería de un año transcurrido el cual se volvería a convocar unas nuevas elecciones saliendo de nuevo elegido como Hermano Mayor Juan José Domínguez Jiménez quien seguiría ocupando este cargo hasta las elecciones de 15 de abril de 1977.
Durante todo este periodo no existe constancia de que la Hermandad realizara algún culto como preparación para el desfile procesional aunque hasta finales de los setenta se realizaba una misa en la tarde del Martes Santo, antes de salir, por el contrario, hay constancia de la realización de una misa “... el día primero de julio fiesta de Nuestro Titular.”, concretamente en 1966. Desde 1977 y hasta nuestros días, se realiza el triduo a nuestros Sagrados Titulares en Cuaresma como preparación al Desfile Procesional y estación de Penitencia.
Otro hecho importante a destacar en este periodo histórico de la Hermandad es el Vía-Crucis de las Hermandades de 1969. El 28 de marzo, se anunciaba en el diario ODIEL la selección del Cristo de la Sangre para realizar este tradicional Vía Crucis de la entonces Unión de Cofradías. En esta ocasión se realizaba en “... Acción de Gracias de Huelva entera por haberse salvado de una autentica catástrofe la noche del 28 de febrero último con motivo de seísmo...” (el terremoto de 1969). Para hacerlo el Cristo de la Sangre, a las siete y media de la tarde, fue portado por los Hermanos de los Estudiantes desde la parroquia de San Sebastián a la del Sagrado Corazón de Jesús, de allí partiría a las ocho y cuarto de la tarde a la de Ntra. Sra. del Roció, a hombros de los hermanos de las distintas cofradías, rezando el Santo Rosario por el itinerario, una vez llegado a esta parroquia, se realizaría en el interior del templo, el ejercicio del Vía Crucis.
El itinerario que la Hermandad de los Estudiantes seguía en aquellos años, no difiere mucho del actual con pequeñas modificaciones. Para llegar a Carrera oficial siempre se ha bajado por la avenida de Federico Mayo a excepción del año 1971 que bajo por la vía Paisajista, actual cuesta del Cristo de la Tres Caídas, quizás debido al tramo de Carrera Oficial de este año que comenzaba en la iglesia de la Concepción y terminaba en la esquina de la calle Cardenal Cisnero. Se comienza a coger por el pasaje Cristo de la Sangre en la Semana Santa de 1977. Y los años 1977 y 1978, se entra en el Antiguo hospital Manuel Lois por su fachada de Federico Mayo.
Juan Carlos
Fuentes documentales.
Libros de Actas de la Hermandad de Los Estudiantes.
Diario ODIEL.
Diario ABC, Sevilla.
Estación de Penitencia y Carrera Oficial en Huelva (E.J. Sugrañes. 1994).